No te das cuenta, y por mucho que yo te lo diga no me haces caso. Sigues creyendo que la verdadera belleza es la de las revistas. En la playa, pasas calor con tal de no pasar vergüenza. No puedes aceptar que tú eres así. Perfectamente imperfecta.
Ríete de mi opinión, no te falta razón al creer que exagero. Pero es que cada uno tenemos una forma de ver el mundo, ¿No? Tú tienes la impresión de que estás gorda, y sin embargo yo no puedo imaginarme una chica más guapa ni más atractiva.
Y no soy el único que te lo dice. Para todos eres ideal, lo tienes todo. Pero para ti no eres más que una chica del montón. Y eso está bien, que opines que no eres para tanto, que digas que las hay mejores... Pero de ahí a decir que estás gorda hay demasiado margen de error.
Ayer me dijiste que estás dejado de comer. Por ahí ya si que no paso.
Parece tan ajenos los problemas hasta que nos dan de frente... Esas enfermedades, como la bulimia, la anorexia... Parecen tan distantes... Hasta que te toca a ti o a alguien cercano.
Tú lo primero que haces es negarlo. "No, si lo único que me pasa es que me tengo que quitar esta barriguita". ¿Barriguita? No puedes pretender ser como una modelo. Tienes que ser tu propia portada. Que la publicidad no te engañe. No tienes que ser extremadamente delgada, no tienes que ser un sueño erótico para nadie. Tienes que ser una persona a la que la quieran por lo que es, no por como es.
Despierta, que el primer paso para ser feliz es gustarse a uno mismo, no llorar a escondidas por ser como el resto de la sociedad. Oportunista, superficial e idiota.
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